jueves, diciembre 31, 2015

Año Nuevo

¡Feliz y cultural año 2016!

Melilla: San Silvestre

III San Silvestre "Juventud Melilla 2015"

Melilla: Curso

Curso de interpretación teatral

Arte: Hyacinthe Rigaud

François Hyacinthe Rigaud (Perpiñán; 18 de julio de 1659 – París; 29 de diciembre de 1743) fue un pintor francés especializado en el retrato. Fue el pintor de retratos más importante de la corte de Luis XIV de Francia. Su instinto para encontrar poses impresionantes y una presentación grandiosa se ajustaba perfectamente a los deseos de los miembros de la realeza, embajadores, clérigos y cortesanos que posaron para él. En 1682 se le otorgó el Premio de Roma.
Retrato de Martin Desjardins, 1683. Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Palacio, Versalles, Francia
Retrato de Marie Cadenne, 1684. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes, Caen, Francia
Retrato de Felipe II, entonces duque Chartres, 1689. Óleo sobre lienzo.
Musée Hyacinthe Rigaud, Perpignan, Francia
Cristo expiando en la cruz, 1695. Óleo sobre lienzo.
Museo Hyacinthe Rigaud, 
Perpiñán, Francia
Autorretrato, llamado "del abrigo azul", 1696. Óleo sobre lienzo. Colección privada
Luis de Francia, Delfín (1661-1711), llamado el Gran Delfín. Óleo sobre lienzo.
Patrimonio Nacional, Madrid., España
Autorretrato con turbante, 1698. Óleo sobre lienzo. Musée Hyacinthe-Rigaud, Perpignan, Francia
San Andrés, 1700. École nationale supérieure des beaux-arts, París, Francia
Louis XIV, 1701. Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre, París, Francia
Retrato de Marie-Anne Varice de La Ravoye, nacida de Valières, representado a Vertumne y Pomone,
1702. Fontenay-le-Comte, Château de Terre-Neuve, Francia
Retrato del abad Armand Jean le Bouthillier de Rancé. Óleo sobre lienzo.
Museo Duplessis, Carpentras, Francia
Retrato de Luis XV (1710-1774), a la edad de cinco años, sentado sobre el trono con vestimenta real, 1715.
Óleo sobre lienzo.  Museo Nacional, Versalles, Francia

Libros: En movimiento. Una vida

En movimiento. Una vida

Oliver Sacks
Traducción de Damià Alou
Anagrama
Barcelona
2015
378 págs.
Los lectores conocen a Oliver Sacks por sus fascinantes libros sobre los misterios de la mente a partir de asombrosos casos psiquiátricos. Ahora aplica su perspicacia y su humanismo al escrutinio de su propia vida. El autor acomete un ejercicio de introspección que nos permite descubrir una peripecia vital intensa y compleja. Habla en estas páginas de su marcha de Inglaterra dejando atrás a la familia y de su llegada a Estados Unidos; del momento en que le confesó a su madre su homosexualidad y de la airada reacción de ella; de la relación con su hermano esquizofrénico; de su primera experiencia sexual, en Ámsterdam, cuando un hombre lo recogió en la calle completamente borracho y él despertó a la mañana siguiente en la cama de ese desconocido; de su última relación sexual al cumplir los cuarenta y de su posterior celibato voluntario; del sexo y del amor como motores de la vida; de sus inicios como psiquiatra en un hospital en los años sesenta del pasado siglo y de sus cruciales investigaciones sobre una enfermedad olvidada; de las intensas relaciones con sus pacientes; de su abuso de las anfetaminas; de la amistad con los poetas Auden y Thom Gunn, y de su más fugaz relación con personajes como Robert De Niro, Robin Williams y Harold Pinter; de su afición a las motos y sus viajes nocturnos en una de ellas por el desierto de California; de otras aficiones como la halterofilia, el culturismo y la natación; y sobre todo de la aventura intelectual a la que ha dedicado su existencia y que ha divulgado en sus deslumbrantes obras. El resultado: una gran autobiografía, emocionante y desgarradamente honesta.

miércoles, diciembre 30, 2015

Arte en España e Hispanoamérica en el siglo XX (IV)

Aparte de los mencionados movimientos, la abstracción -tanto de carácter lírico como la geométrica-, coadyuvó a establecer los nuevos lenguajes artísticos, en la mediad en que prescindió  de la figuración y, por lo tanto, eliminó la representación y todo lo que ésta pudiera conllevar. Por otra parte, desde un punto de vista estético, la noción de belleza adquirió nuevos significados tal y como los formularía el crítico cultural marxista el alemán Walter Bejamin en su famoso ensayo La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica (Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit, 1936), publicado originalmente en la revista Zeitschrift für Sozialforschung. Benjamin llegaría a afirmar que el "arte había escapado del reino del halo de lo bello", mientras que para los surrealistas se trataría de un nuevo tipo de belleza: la belleza convulsa. 
Jean Dubuffet: Mona Lisa. Grattage
Con el advenimiento de la II Guerra Mundial  se abrió una época distinta en la que el cientifismo y los avances tecnológicos, presentes ya en los primero años del siglo, crecieron a un ritmo mucho más acelerado, llegando a impregnar el propio ámbito artístico. Tras la guerra, tendencias artísticas como el informalismo o el expresionismo abstracto norteamericano permiten comprender hasta que punto fueron técnicas como el grattage, el dripping, el assemblage o el propio collage. Se trataba de innovar y de imprimir a la obra un sello propio y personal que la hiciera única y diferente. 
Jackson Pollock: Dripping
Después aparecería el pop art con su reivindicación de la cotidianidad y de la banalidad. Frente a esta modalidad realista surgirían nuevas tendencias abstractas, entre las que cabría destacar el minimalismo norteamericano y el cinetismo.
Alfonso A. Ossorio: Forearmed, 1967. Assemblage. Colección privada
Sin emabrgo, todas esas tendencias, pese a su voluntad de presentarse como innovadoras, hacía pensar en el arte de principios del siglo XX. Fue Octavio Paz quien afirmó que el arte de la década de 1960 parecía repetir propuestas anteriores, incluso el arte de acción o los denominados happenings se nutrieron de determinadas actividades futuristas, dadaístas, aunque, como es lógico, planteasen aspectos novedosos.
Con el arte conceptual a finales de los años 1960 y comienzo de la década de 1970 se dió por acabada una época, la de la modernidad. Poco después empezaría la aventura postmoderna.
_________
Grattage (raspado en francés), es una técnica de la pintura surrealista en la que la pintura se desprende de la tela mediante desgarrones, creando una especial textura con efecto de relieve o tercera dimensión. Fue empleada por Max Ernst y Joan Miró, y más tarde por el informalismo, especialmente por Antoni Tàpies.
Dripping (de drip, "gotear" en inglés) es una técnica pictórica característica de la Action Painting, una de las modalidades de pintura abstracta. Y la más típica a finales de los años 1940 por Jackson Pollock, el dripping tiene cierto paralelismo con la escritura automática surrealista. La materia pictórica (que no suele ser óleo, sino algún tipo de esmalte opaco o barniz industrial, como los usados por primera vez por el propio Pollock en torno a 1947) se deja gotear sobre la tela extendida en el suelo desde un contenedor agujereado o se esparce mediante salpicaduras, directamente con las manos o mediante el uso de pinceles o cualquier otro instrumento. En los años 1950 y los años 1960, el dripping fue frecuentemente empleado por los movimientos informalistas europeos.
Assemblage o ensamblaje es un proceso artístico en el cual se consigue la tridimensionalidad colocando diferentes objetos-no-artísticos muy próximos unos a otros. Hay que recalcar que estos objetos de los que se componen estas obras comparten la característica de que no han sido diseñados con fines estéticos sino que han sido redescubiertos por los artistas quienes los incorporan a sus obras, de manera conjunta o de forma individual, para lograr expresar un mensaje o emoción. El assemblage es una técnica hermana del collage. El origen de esta palabra (en su sentido artístico) puede ser rastreado a comienzos de la década de 1950, cuando Jean Dubuffet creó una serie de collages' con motivos de alas de mariposa que tituló assemblages d'empreintes. Sin embargo, tanto Marcel Duchamp como Pablo Picasso ya habían trabajado esta técnica con anterioridad. A su vez, la joven esposa de Duchamp también protagonizó alguno de los más tempranos y bellos ejemplos de esta forma artística junto a Louise Nevelson, creador de una célebre serie de esculturas a partir de trozos de madera a finales de la década de 1930.

Libros: Grandes de la literatura

Grandes de la literatura

Luka Brajnovic
Rialp. 
Madrid 
2015
126 págs. 
En 1973, el poeta, profesor, periodista y crítico de origen croata Luka Brajnovic (1919-2001) publicó una de sus grandes obras, Grandes figuras de la literatura universal y otros ensayos (EUNSA), un completo estudio sobre la literatura clásica y contemporánea con pormenorizados análisis de las escuelas, movimientos, títulos y autores más representativos. Un lugar especial lo ocupa el estudio de los autores clásicos, aquellos que han sabido condensar en sus obras ideas básicas y fundamentales del ser humano. De este libro se han rescatado tres ensayos, los dedicados a Homero, Dante y Shakespeare, sin lugar a dudas, tres indiscutibles autores clásicos.
Brajnovic, que vivió en España desde 1948 y fue profesor de la Universidad de Navarra, demuestra en este libro una amplia cultura y un exquisito conocimiento de la literatura clásica, que sabe conectar con las inquietudes y preocupaciones del hombre contemporáneo. Sus comentarios son muy vivos y sugerentes, pues sabe sacar brillo a los clásicos pensando en los lectores actuales.
De la Ilíada, de Homero, destaca Brajnovic sus cualidades poéticas, que “surgen de la creación artística y de los consentimientos del poeta, que están presentes en toda su poesía, envolviéndola en la magia de la expresión, de metáforas e imágenes”. Sobre la Odisea, opina que “el centro de la fábula es el hombre. Divino, paciente, sagaz, ingenioso, magnánimo, lúcido, cauteloso”. También, comentando los rasgos de esta obra y de su protagonista, y a diferencia de otras tragedias clásicas, dice Brajnovic que “Ulises no se deja arrastrar por un destino fatal o por la superstición”.
Sobre Dante Alighieri, del que la misma editorial ha publicado recientemente una selección de la Divina Comedia, afirma el autor que “funde en su vida y en su obra la esencia de su época: su espíritu abarca la vieja ética enseñada por Séneca, la clásica retórica y poética creada por Virgilio, la reciente mística franciscana introducida por S. Buenaventura, la Filosofía y la Teología interpretada por Sto. Tomás de Aquino y su propio genio creador que, al mismo tiempo, anunciaba lo nuevo en el desarrollo de la sociedad, de la historia y de la cultura”.
El último de los ensayos está dedicado a William Shakespeare. Brajnovic hace una introducción general a su vida y después, en unos comentarios muy clarificadores y sintéticos, expone las características más sobresalientes de seis tragedias escritas en la época de plena madurez del poeta: Macbeth, El rey Lear, Otelo, Hamlet, Antonio y Cleopatra y Julio César. La obra de Shakespeare representa para el autor “un universo de la conciencia humana”, además de resaltar que estamos ante un autor “actual y accesible al público contemporáneo”.
Los ensayos que componen este volumen son una invitación a acercarse a la obra de estos inmortales autores. En un momento de retroceso en la enseñanza de la enseñanza de las humanidades, libros como el de Brajnovic ayudan a poner en su sitio, en lo que a formación humana e intelectual se refiere, el estudio de las grandes obras de la literatura universal.

Libros: La autobiografía de Fidel Castro

La autobiografía de Fidel Castro

Norberto Fuentes
Stella Maris 
Barcelona 
2015
665 págs. 
El escritor cubano Norberto Fuentes fue, antaño, uno de los escritores preferidos del gobierno cubano. A finales de la década de 1980, sin embargo, dio un giro político y estuvo en la cárcel, de donde salió en 1994 rumbo al exilio, gracias a la intercesión de Gabriel García Márquez, pero durante años estuvo muy, muy cerca del ex presidente cubano Fidel Castro y de su hermano Raúl, tal como lo muestra una difundida imagen de los años 1980.
Ha de ser por eso, por su meticulosa capacidad de observación para después recordar y tomar las debidas notas, por su conocimiento de la historia de Cuba –que en la isla se produce más historia que la que se puede consumir, y todo cubano puede atestiguar haber vivido algún momento “histórico” en su país–; por todo ello, subrayo, puede ser que Fuentes haya encontrado la forma de “colarse” en la mente del hermano mayor, y desplegar una suerte de monólogo interior a la vez que diálogo con el lector que, sencillamente, no tiene desperdicio.
Su obra, La autobiografía de Fidel Castro, es de esos libros que, el lector pudiera acabar de un tirón, porque una historia llama a la otra, y abundan los pasajes de la vida familiar de Castro. Entre el mar de detalles, la descripción de la severa personalidad del viejo Ángel, el padre gallego; las trastadas de los dos hermanos durante sus años estudiantiles en dos colegios jesuitas de Santiago de Cuba y La Habana; las reflexiones del narrador-comandante sobre su agitada vida universitaria, que transcurrió entre tiroteos de los que era protagonista o diana, y alguna que otra aventura para hacerse notar (tomó parte en una frustrada expedición para derrocar el dictador dominicano Leónidas Trujillo, y el Bogotazo lo sorprendió en la capital colombiana); su relación con el Che Guevara, un “comunista” que, según  le justificó a Nixon en Washington, había enrolado en el Ejército Rebelde porque no tenían médico. Se habla de su falta de conexión con Gorbachov; de sus maniobras estratégicas para poner a Cuba, una pequeña isla ubicada un mar de resonancias turísticas, en el epicentro de las tensiones este-oeste durante la Guerra Fría…
Y hay también, como buen relato de una vida, historias de amor. La de su matrimonio con Mirta Díaz-Balart es particularmente interesante, toda vez que, asentada en Miami desde los años 60, tras su divorcio de Castro, es tía de dos de los más prominentes enemigos de este: Lincoln y Mario Díaz Balart, un ex legislador y un actual congresista por el estado de la Florida. Y datos sorprendentes, como que Mirta no fue quien le dio al comandante su primer hijo, sino que hubo un primogénito no oficial, del cual –y es apuesta segura- el 99% de los cubanos no conocen su existencia. Leemos además historias que pasan sin demasiado disimulo de lo erótico a lo directamente grotesco, como la primera relación sexual del joven Castro, o su relación con la actriz Naty Revuelta, pasajes redactados con matices absolutamente prescindibles.

Se perciben, por otra parte, algunos errores sobre figuras y hechos vinculados con la Iglesia, tal vez porque el autor –que estuvo muy cerca del poder, pero algo lejos del ámbito eclesial cubano–, repite solo lo que escuchó a quienes un día pusieron a la Iglesia en la diana de su acción. Fuera de esto, habrá que decir que el libro de Fuentes es un trozo de historia palpitante, servido en la mesa del lector y acompañado del vino de cientos de anécdotas añejas.

martes, diciembre 29, 2015

Antiguo Egipto (VI): Una mentira legendaria

Los papiros encontrados y las narraciones de Herodoto distorsionaron la personalidad y los hechos de Keops, que es presentado como un tirano sanguinario que cerró templos y sometió a la población a trabajos forzados.
Keops (Jufu o Kufu en egipcio antiguo), fue el segundo faraón de la cuarta dinastía, perteneciente al Imperio Antiguo de Egipto. Reinó de circa 2589 a 2566 a. C.
Estatuilla de  Keops. Museo Egipcio, El Cairo, Egipto
La realidad es que Keops mandó levantar templos en distintos lugares y fue venerado por el pueblo egipcio, incluso en la época romana.
Su obra más famosa es la pirámide que lleva su nombre o Gran Pirámide, considerada una de las siete maravillas de la Antigüedad. Levantada en Gizeh (o Guiza) en tan solo veinte años, en su construcción intervinieron entre 100.000 y 300.000 obreros.
Si Keops ordenó erigir la Gran Pirámide, no lo hizo con esclavos, como se había pensado durante mucho tiempo, sino con trabajadores altamente cualificados, comandados por capataces de considerables conocimientos en geometría, estereotomía (arte de cortar la piedra), astronomía, etc.
Fuentes:
Champollion, Jacques (1971). El mundo de los egipcios. Barcelona: Círculo de Lectores.
David, Rosalie (2003). Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona: Crítica.
Daumas, François (2000). La civilización del Egipto faraónico. Barcelona: Óptima.
Edwards, I. E. S. (2003). Las pirámides de Egipto. Barcelona: Crítica.
Faga, Brian (2005). El saqueo del Nilo. Ladrones de Tumbas, Turistas y Arqueólogos en Egipto. Barcelona: Crítica.
Fèvre, Francis (1992). La faraona de Tebas. Hatsepsut, hija del Sol. Barcelona: Planeta.
Guidotti, Mª Cristina y Cortese, Valeria (2002). Atlas ilustrado del Antiguo Egipto. Arte, historia y civilización. Madrid: Susaeta.
Kemp, Barry J. (2003). El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización. Barcelona: Crítica.
Sánchez, Ángel (2004). Manual de traducción de jeroglíficos egipcios. Madrid: Alderabán.
Tyldesley, Joyce (1998). Hijas de Isis. La mujer en el Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Vanderberg, Philipp (2004). La maldición de los faraones. La ciencia moderna y el enigma del mito ancestral. Barcelona: Robinbook.
Vidal Manzanarres, César (recop.) (1998). Cuentos del Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Walker, Martin (1999). Historia del Antiguo Egipto. Madrid: Ediciones y distribuciones Mateos.

Arte en España e Hispanoamérica en el siglo XX (III)

El dadaísmo aún fue más allá y, transgrediendo lo que podría entenderse como límites o fronteras de actuación, propuso una forma de ruptura mucho más osada y desde la que difícilmente podía volverse a soluciones anteriores. 
Theo van Doesburg:  Póster del Matinée dadá, 1923. Centraal Museum, Utrecht, Paises Bajos (Holanda)
El dadaísmo es un movimiento cultural y artístico que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del dadaísmo. Una característica fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. El dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias, y especialmente artísticas, por burlarse del artista burgués y de su arte. Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía a la escultura pasando por la pintura o la música.
Para los miembros del dadaísmo, este era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos dadaístas: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el dadaísmo crea una especie de antiarte moderno, es una provocación abierta al orden establecido.
Marcel Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados -en Europa se libraba la I Guerra Mundial-, junto con los estadounidenses Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al dadaísmo neoyorquino.
Duchamp llegó de París a Nueva York con un regalo de los franceses para los estadounidenses (particularmente para el coleccionista Walter Arensberg) que consistía en una bola de cristal con aire de París. Era el comienzo de los ready mades (una rueda de bicicleta montada sobre un taburete, un botellero, un orinal, etc.), objetos sacados de la realidad y puestos en la esfera del arte por la simple acción y voluntad del artista. El deleite estético estaba fuera de sus intenciones y la elección de los objetos. 
Marcel Duchamp: La fuente, 1917. 

Duacham trastocó los cimientos del arte tradicional y contribuyó a establecer las bases de nuevos comportamientos artísticos. El surrealismo se nutrió de dadá y además abrió sin reparos las puertas de la pintura y la escultura al extraño y desbordante mundo del inconsciente.
Marcel Duchamp: Maletín, 1941. Contiene réplicas en miniatura de sus obras más representativas.
La idea subyacente es la de crear un museo portátil 
_____________
Ready Made: El término arte encontrado –más comúnmente objeto encontrado (en francés objet trouvé; en inglés, found art o ready-made) o confeccionado– describe el arte realizado mediante el uso de objetos que normalmente no se consideran artísticos, a menudo porque tienen una función no artística, sin ocultar su origen, pero a menudo modificados. Marcel Duchamp fue su creador a principios del siglo XX. Fue acuñado por Marcel Duchamp en 1915.

lunes, diciembre 28, 2015

Antiguo Egipto (V): Cronología

Periodo protodinástico (c. 3200-3100 a. C.)
Considerado la fase final del periodo predinástico, también conocido como dinastía 0, predinástico tardío, o periodo Naqada III. Está regido por gobernantes del Alto Egipto que residirán en Tinis, se hacen representar con un serej y adoran a Horus. 
Horus sobre serej, Stela de Wadji o del Rey-Serpiente,
hallada en Abydos. Museo del Louvre, París, Francia
El nombre de estos reyes figura en la Piedra de Palermo, grabada 700 años después. En este periodo surgen las primeras auténticas ciudades, tales como Tinis, Nubet, Nejeb, Nejen, etc. 
Piedra de Palermo. Diorita negra.
Museo Arqueológico de Palermo, Sicilia, Italia
Son típicos de esta época los magníficos vasos tallados en piedra, cuchillos y paletas ceremoniales, o las cabezas de mazas votivas. Narmer, también conocido como Menes, pudo ser el último rey de esta época, y el fundador de la dinastía I.
Paleta ceremonial de la época protodinástica, hallada en Abydos, circa 3300 - 3100 a. C.
Arenisca gris. Museo del Louvre, París, Francia
Fuentes:
Champollion, Jacques (1971). El mundo de los egipcios. Barcelona: Círculo de Lectores.
David, Rosalie (2003). Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona: Crítica.
Daumas, François (2000). La civilización del Egipto faraónico. Barcelona: Óptima.
Edwards, I. E. S. (2003). Las pirámides de Egipto. Barcelona: Crítica.
Faga, Brian (2005). El saqueo del Nilo. Ladrones de Tumbas, Turistas y Arqueólogos en Egipto. Barcelona: Crítica.
Fèvre, Francis (1992). La faraona de Tebas. Hatsepsut, hija del Sol. Barcelona: Planeta.
Guidotti, Mª Cristina y Cortese, Valeria (2002). Atlas ilustrado del Antiguo Egipto. Arte, historia y civilización. Madrid: Susaeta.
Kemp, Barry J. (2003). El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización. Barcelona: Crítica.
Sánchez, Ángel (2004). Manual de traducción de jeroglíficos egipcios. Madrid: Alderabán.
Tyldesley, Joyce (1998). Hijas de Isis. La mujer en el Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Vanderberg, Philipp (2004). La maldición de los faraones. La ciencia moderna y el enigma del mito ancestral. Barcelona: Robinbook.
Vidal Manzanarres, César (recop.) (1998). Cuentos del Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Walker, Martin (1999). Historia del Antiguo Egipto. Madrid: Ediciones y distribuciones Mateos.
______________
Serej: se denomina a la estructura decorada con la llamada "fachada de palacio" que incluía el jeroglífico del faraón. En la parte superior se situaba al dios Horus.

domingo, diciembre 27, 2015

Antiguo Egipto (IV): El fundador de Cocodrilópolis

El faraón Narmer o Menes fue el unificador del país, el primer faraón del Antiguo Egipto y fundador de la Dinastía I ca. 3150 a. C., iniciando el período Arcaico en Egipto (3150- 2680 a. C.).
Paleta de Narmer o Menes, anverso y reverso, hallada en Hieracómpolis, circa 3000. Placa de caliza.
Museo Egipcio, El Cairo, Egipto
Aunque su identidad es debatida, los egiptólogos coinciden en identificar Menes con Narmer. El primer faraón fue denominado Meni en la Lista Real de Abidos y el Canon de Turín, Men o Min por Heródoto y Diodoro Sículo y Menes de Tis por Manetón en sus epítomes, escritos por Julio Africano, Eusebio de Cesarea y el monje Jorge Sincelo.
Cabeza de maza de Narmer o Menes, hallada en Hieracómpolis, circa 3000 a. C. Piedra caliza.
Ashmolean Museum, Oxford, Reino Unido.
Narmer o Menes instauró su capital en Ineb Hedy "Muralla blanca", donde fundaría Menfis, en la que ordenó levantar un templo a Ptah. Diodoro Sículo recogió una antigua tradición: Menes había sido salvado por un cocodrilo durante una cacería y, en señal de agradecimiento, fundó Shedet, también conocida como Per-Soberk, Casa de Sobek, en honor del dios egipcio, simbolizado en forma de cocodrilo. Fue renombrada en la época helenística como: Cocodrilópolis. Posteriormente fue dado el nombre de Arsínoe, por Ptolomeo II, en honor a la princesa egipcia Arsínoe, la hija de Ptolomeo I y Berenice I. Después, Ptolomeo III Evergetes la renombró como Ptolemais Euergetis.
Estatua de babuino con el nombre de Narmer inscrito en la base.,
circa 3000. Calcita- Alabastro. Altes Museum, Berlín, Alemania
Manetón, quien redactó un repertorio de las dinastías egipcias, afirmó que Menes reinó durante 62 años y que pereció devorado por un hipopótamo (arrollado, según Julio Africano). Versión falsa, pues los grabados hallados en su tumba, construida hacia 2621 a. C., contienen otra versión que hace referencia a la picadura de una avispa, la cual le provocó una grave reacción alérgica que acabó con su vida. 
Fuentes:
Champollion, Jacques (1971). El mundo de los egipcios. Barcelona: Círculo de Lectores.
David, Rosalie (2003). Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona: Crítica.
Daumas, François (2000). La civilización del Egipto faraónico. Barcelona: Óptima.
Edwards, I. E. S. (2003). Las pirámides de Egipto. Barcelona: Crítica.
Faga, Brian (2005). El saqueo del Nilo. Ladrones de Tumbas, Turistas y Arqueólogos en Egipto. Barcelona: Crítica.
Fèvre, Francis (1992). La faraona de Tebas. Hatsepsut, hija del Sol. Barcelona: Planeta.
Guidotti, Mª Cristina y Cortese, Valeria (2002). Atlas ilustrado del Antiguo Egipto. Arte, historia y civilización. Madrid: Susaeta.
Kemp, Barry J. (2003). El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización. Barcelona: Crítica.
Sánchez, Ángel (2004). Manual de traducción de jeroglíficos egipcios. Madrid: Alderabán.
Tyldesley, Joyce (1998). Hijas de Isis. La mujer en el Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Vanderberg, Philipp (2004). La maldición de los faraones. La ciencia moderna y el enigma del mito ancestral. Barcelona: Robinbook.
Vidal Manzanarres, César (recop.) (1998). Cuentos del Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Walker, Martin (1999). Historia del Antiguo Egipto. Madrid: Ediciones y distribuciones Mateos.

Arte en España e Hispanoamérica en el siglo XX (II)

El arte en el siglo XX se caracterizó principalmente por su diversidad, tanto desde el punto de vista formal como como conceptualmente. Existieron determinados movimientos artísticos que, antes de concluir, generaban actitudes de signo contrario que daban lugar a la aparición de otros nuevos.
Durante los primeros años del siglo -marcados profundamente por la I Guerra Mundial-, surgieron las llamadas vanguardias. Las primeras vanguardias se caracterizaron por su ruptura con lo que estaba en vigor hasta ese momento. Comenzó con el fauvismo --su nombre proviene del vocablo francés fauve, en español, fiera-, y su empleo casi provocativo del color.
 Alfred Henry Maurer: Paisaje: Provenza, circa 1912.  Reynolda House Museum of American Art,
Winston-Salem, North Carolina.
Sin embargo, fue el cubismo el movimiento que más contribuyó a crear un nuevo tipo de propuestas, que rompe definitivamente con la pintura tradicional. Nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay y Juan Gris. El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de "cubismo".
Juan Gris: Retrato de Pablo Picasso, el iniciador del cubismo, 1912, óleo sobre lienzo,
Instituto de Arte, Chicago, Estados Unidos
El arte cubista contó además con una de las aportaciones técnicas y conceptuales más significativas de todo el siglo: el collage.
Juan Gris: Vasos, periódico y botella de vino, 1913. Papeles pegados, gouache, acuarela, tizas de colores y carboncillo sobre papel. Compañía Telefónica de España, Madrid, España 

sábado, diciembre 26, 2015

Antiguo Egipto (III): Los dioses egipcios

Los textos egipcios hablan de tantos dioses que no se pueden contar. Estos dioses eran aspectos del creador ilimitado, "el Oculto", cuya forma eterna no se podía conocer.  Todos comenzaron siendo un poder abstracto, un estado de
Anubis
existencia que abarcaba muchos potenciales que podían tomar formas diversas, la naturaleza de las cuales se solía presentar con un animal. El flujo de la existencia de los dioses es evidente por la variedad de formas animales que podía adoptar, por ejemplo, Anubis, podía ser un chacal, una serpiente o un halcón; y por la forma en que dos o más dioses podían unir fuerzas y formar una sola divinidad como Ra-Horakhty (Ra y Horus), o Isermithis (Isis y Renenutet).
Los egipcios no veneraban a los animales pero si a las formas animales en las que los dioses se podían manifestar. Los animales relacionados con un dios en concreto, como el cocodrilo del dios Sobek, el gato de la diosa Bastet, el halcón del dios Horus, o el ibis sagrado del dios Coth, se criaban en sus santuarios. Los devotos pagaban en el embalsamamiento  y el entierro de un animal del templo como acto de devoción, y los animales se momificaban para que pudieran resucitar en el siguiente mundo y actuar como intermediarios entre los dioses y los seres humanos. 
Las esfinges egipcias son híbridos míticos con cuerpo de león y cabeza humana o de carnero (crioesfinges), o de halcón (hieracoesfinges)
Horus
Fuentes:
Champollion, Jacques (1971). El mundo de los egipcios. Barcelona: Círculo de Lectores.
David, Rosalie (2003). Religión y magia en el Antiguo Egipto. Barcelona: Crítica.
Daumas, François (2000). La civilización del Egipto faraónico. Barcelona: Óptima.
Edwards, I. E. S. (2003). Las pirámides de Egipto. Barcelona: Crítica.
Faga, Brian (2005). El saqueo del Nilo. Ladrones de Tumbas, Turistas y Arqueólogos en Egipto. Barcelona: Crítica.
Fèvre, Francis (1992). La faraona de Tebas. Hatsepsut, hija del Sol. Barcelona: Planeta.
Guidotti, Mª Cristina y Cortese, Valeria (2002). Atlas ilustrado del Antiguo Egipto. Arte, historia y civilización. Madrid: Susaeta.
Kemp, Barry J. (2003). El Antiguo Egipto. Anatomía de una civilización. Barcelona: Crítica.
Sánchez, Ángel (2004). Manual de traducción de jeroglíficos egipcios. Madrid: Alderabán.
Tyldesley, Joyce (1998). Hijas de Isis. La mujer en el Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Vanderberg, Philipp (2004). La maldición de los faraones. La ciencia moderna y el enigma del mito ancestral. Barcelona: Robinbook.
Vidal Manzanarres, César (recop.) (1998). Cuentos del Antiguo Egipto. Barcelona: Martínez Roca.
Walker, Martin (1999). Historia del Antiguo Egipto. Madrid: Ediciones y distribuciones Mateos.

Arte en España e Hispanoamérica en el siglo XX (I)

En 1907 Picasso pintó Las señoritas de Aviñon, y con él abrió las puertas al cubismo. Desde el renacimiento no se había dado una revolución artística como la que tuvo lugar en el siglo XX. En apenas un siglo ha cambiado completamente la manera de entender la pintura y la escultura. Las formas se distorsionaron y, finalmente, se disolvió en la abstracción.
Las señoritas de Avignon, Las señoritas de Aviñón o, más correctamente, Las señoritas de la calle de Avinyó, 1907. Óleo sobre lienzo. Museo de Arte Moderno, Nueva York, Estados Unidos
El arte contemporáneo se plantea y nos plantea el reto de comprenderlo y apreciarlo. Los criterios que se aplicaban en el pasado ya no son válidos y a menudo el espectador se siente perdido cuando contempla obras que han desafiado toda la tradición precedente.

Arte: Aitor Rentería (II)