miércoles, octubre 21, 2015

Libros: Inscripciones romanas de la provincia de Toledo (siglos I-III)

La Real Academia de la Historia publica el volumen titulado Inscripciones romanas de la provincia de Toledo (siglos I-III), de los profesores Géza Alföldy y Juan Manuel Abascal, que recoge el trabajo de recopilación epigráfica iniciado por el primero, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Heidelberg (Alemania) hasta su fallecimiento en 2011.
El profesor Alföldy fue realizando, desde sus primeros viajes en septiembre de 1979 por la provincia de Toledo, un fichero que creció en visitas sucesivas tanto en solitario como acompañado por el profesor Abascal, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante. El trabajo de ambos ha permitido incluir en esta obra un estudio pormenorizado de todas las inscripciones, con un rico aparato gráfico que incluye numerosas fotografías de las piezas conservadas.
La provincia de Toledo es bien conocida en la bibliografía de los estudios epigráficos por la multitud de hallazgos que se han venido realizando en ella en los últimos siglos. El número de inscripciones supera ya los 300 testimonios, con una importante concentración en la antigua Caesarobriga (Talavera de la Reina) y en Toletum (Toledo). Gran parte de esas inscripciones se encuentran dispersas en la bibliografía y solo algunas se conservan en colecciones públicas.
Inscripciones romanas de la provincia de Toledo (siglos I-III) constituye, en palabras de Martín Almagro-Gorbea (Académico Anticuario de la Real Academia de la Historia), “el mejor homenaje personal de nuestro mejor especialista en Epigrafía romana, el Prof. Abascal, a su maestro, el Prof. Géza Alföldy, máxima autoridad indiscutible en Epigrafía, en Prosopografía y en Historia del Imperio Romano”.
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La epigrafía (del idioma griego επι, epi, sobre, y de latín graphia -que, a su vez, deriva del griego gráphein-, inscripción, escrito: escrito sobre) es una ciencia autónoma y a la vez auxiliar de la Historia, a través de la cual se estudian las inscripciones hechas sobre materiales duros, estableciendo metodologías para leerlas e interpretarlas. La finalidad de la epigrafía es el desciframiento, lectura e interpretación de las inscripciones, con el fin de obtener la mayor cantidad posible de información de las mismas. Según las convenciones internacionales (especialmente para la Unesco), la existencia de epigrafía propia es el marcador que indica el paso de una cultura de prehistórica a histórica, especialmente cuando entre sus inscripciones cuenta con anales y crónicas.
Prosopografía, según la Real Academia Española, es la descripción del exterior de una persona o de un animal. Para la preceptiva literaria indica la descripción física de una sola persona: rasgos físicos, estatura, como corpulencias, facciones, etcétera; como tal se opone a la etopeya o descripción psicológica, moral y de las costumbres de una persona. Ambas en conjunto constituyen el retrato o semblanza. Para la historia, la prosopografía fue desde la antigüedad una disciplina auxiliar cuyo objetivo era estudiar las biografías de una persona en tanto que miembro de un colectivo social, esto es, la vida pública de una persona. Se trata así de ver una categoría específica de la sociedad, estamento, oficio o rango social, por lo general las élites sociales o políticas. Del griego prósopon, cara, figura, y del latín, graphia. 

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